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Descubrà por qué aprender de neurofinanzas es rentable para vos
por Alejandro Pagliero, Asesor Financiero de Nasini SA
Cuando invertimos en los mercados financieros, creemos que nuestras decisiones se basan únicamente en cifras, análisis técnicos o fundamentales. Sin embargo, existe otro factor clave que influye profundamente: nuestras emociones. Estudios recientes en finanzas conductuales y neurofinanzas revelan que la mente del inversor está condicionada por sesgos psicológicos que pueden llevarlo a tomar decisiones irracionales, afectando significativamente la rentabilidad de sus inversiones.
¿Por qué perder nos duele tanto?
La neurociencia aplicada a las inversiones ha demostrado que nuestro cerebro está cableado para evitar pérdidas mucho más intensamente que para buscar ganancias. A este fenómeno se lo denomina aversión a la pérdida. Según los investigadores Daniel Kahneman y Amos Tversky, ganadores del Premio Nobel en Ciencias Económicas, las pérdidas son percibidas emocionalmente hasta 2,25 veces más fuertes que las ganancias del mismo tamaño. Este sesgo nos lleva a cometer errores comunes como retener inversiones perdedoras con la esperanza de recuperación (efecto de disposición) y vender muy temprano activos ganadores por temor a perder lo obtenido.
La montaña rusa emocional del inversor
Un inversionista tÃpico atraviesa ciclos emocionales intensos. Durante una tendencia alcista, se siente optimista, confiado y propenso a tomar mayores riesgos, creyendo tener habilidades superiores al promedio (exceso de confianza). Pero cuando los mercados caen, experimenta ansiedad, miedo y un fuerte impulso a vender para detener la pérdida emocional, incluso si financieramente no es la decisión más acertada. Estos ciclos emocionales pueden traducirse en un rendimiento inferior en promedio hasta un 4,3% anual respecto a Ãndices diversificados, según estudios internacionales.
Los sesgos más frecuentes y cómo combatirlos
Entre los sesgos conductuales más comunes encontramos:
Reconocer estos sesgos es el primer paso para controlarlos.
Neurofinanzas: cómo reeducar tu cerebro inversor
La buena noticia es que podemos entrenar nuestra mente para reducir el impacto de estas trampas psicológicas. La clave está en desarrollar procesos claros, disciplinados y objetivos que nos permitan:
Invertir racionalmente es posible
Al comprender qué sucede realmente en nuestra mente cuando invertimos, podemos tomar decisiones más conscientes, racionales y rentables. La neurociencia aplicada a las finanzas nos proporciona las herramientas necesarias para identificar cuándo nuestras emociones están dominando nuestro juicio y cómo controlarlas.
Recordá: conocer tu mente inversora es tan importante como conocer el mercado. Convertir esta comprensión en hábito puede ser la decisión más rentable que tomes en tu vida financiera.
Nota del autor:
Aunque a lo largo del tiempo he leÃdo diversos estudios y papers sobre este tema, escribir esta nota con tanta claridad no habrÃa sido posible sin la investigación del Profesor Dr. Thorsten Hens y MSc. BA Anna Meier, de Behavioral Finance Solutions GmbH, una firma perteneciente a la Universidad de Zúrich.