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por Alejandro Pagliero, Financial Advisor de Nasini SA
Hasta no hace mucho (2023), muchos argentinos que querían mover dinero al exterior —para invertir o emigrar— pagaban hasta un 10% de “peaje”. Hoy, con la salida del cepo, ese costo es prácticamente 0% y la demanda de “exilio patrimonial” bajó notablemente.
La pregunta que queda en la mesa es directa: ¿tiene sentido tener el 100% de tu patrimonio sólo en Argentina? En un país volátil, diversificar en jurisdicciones con mayor estabilidad y seguridad jurídica ayuda a dormir más tranquilo.
Antes de empezar: sucesión y orden
La complejidad de tu estructura patrimonial no depende sólo del monto, sino de cómo ordenes la sucesión. Ese punto suele postergarse, pero es clave: sin planificación, lo que debería ser una solución se convierte en un problema con trámites en varios países, abogados a miles de kilómetros, años de demora y costos e impuestos evitables.
Buena noticia: hoy no necesitás viajar para abrir una cuenta bancaria o de inversión en EE. UU., Suiza o España, ni para comprar inmuebles. El alta remota (KYC digital, selfies, comprobantes) es estándar.
Nivel 1 — Básico: “Salgo del país con mi cuenta a nombre personal”
Qué es: abrir una cuenta bancaria y una de inversión a tu nombre en una plaza sólida (por ejemplo, EE. UU.).
Ticket orientativo: viable desde USD 1.000.
Dónde: bancos regulados y brokers serios. Para bancos, buscá cobertura FDIC (protege depósitos hasta ~USD 250.000 por depositante y por banco). Para brokers, mirá SIPC/FINRA (cobertura para títulos hasta ~USD 500.000; efectivo hasta ~USD 250.000).
Formularios: como no residente de EE. UU., te van a pedir W-8BEN (para aclarar tu estatus fiscal y evitar retenciones de impuestos indebidas).
Atención: en montos bajos, la atención suele ser estandarizada. No pasa nada; lo importante es la calidad de la institución.
Sucesión: al ser cuentas unipersonales, agregá desde el inicio beneficiarios o, si corresponde, cotitulares. Eso facilita la transmisión y evita bloqueos innecesarios.
Para quién sirve: quien quiere diversificar rápido y simple, empezando a dolarizar/internacionalizar de forma gradual.
Nivel 2 — Intermedio: “Ordeno la titularidad y la herencia”
Qué es: pasar de cuentas personales a estructura con cotitulares y/o una sociedad vehículo (por ejemplo, una LLC según el caso y la jurisdicción), para organizar la herencia, separar roles y dar previsibilidad.
Ticket orientativo: desde USD 250.000.
Cotitulares vs. sociedad: cotitularidad simplifica, pero una sociedad permite reglas claras (participaciones, reemplazos, sucesión, etc.).
Impuestos: pedí a tu asesor que modele FATCA/CRS (intercambio de información), retenciones en origen y tu tributación local. La sociedad puede dar eficiencia y orden… o complicarte si no está bien diseñada.
Costos y mantenimiento: considerá constitución, agente registrado, contabilidad y anualidades. Nada terrible, pero hay que presupuestarlo (alrededor de 1.600 USD anuales de base)
Banca e inversiones: en este punto la gran mayoría de las veces vas a contar con un servicio más personalizado para gestionar de manera más eficiente las inversiones que desees realizar.
Para quién sirve: Quien ya acumuló un capital relevante y necesita gobernanza básica (quién decide, quién cobra, qué pasa si uno falta) sin saltar todavía a estructuras de alta complejidad.
Nivel 3 — Alto: “Planifico legado y eficiencia fiscal fina”
Qué es: En esta etapa el objetivo no es sólo diversificar, sino asegurar la continuidad del patrimonio a largo plazo, incluso más allá de tu propia vida. Quien llega a este punto suele separar un capital que sabe que no usará en el día a día y decide estructurarlo pensando en herederos y futuras generaciones.
Ticket orientativo: desde USD 3.000.000.
Herramienta clave: La figura más utilizada es el fideicomiso irrevocable. Se trata de una estructura en la cual los bienes se transfieren a un fiduciario, que los administra bajo reglas claras definidas por vos al constituirse. Lo distintivo es que esas reglas no se pueden modificar después, lo que le da estabilidad y previsibilidad en el tiempo.
Ventajas principales
Evita sucesiones largas y costosas: los bienes no quedan trabados en procesos judiciales, sino que siguen funcionando bajo lo establecido en el fideicomiso.
Posterga tributaciones locales: (Ganancias y BBPP) al no computarse inmediatamente los activos como parte del patrimonio personal.
Ordena la transmisión del patrimonio: podés definir quién recibe qué, cuándo y bajo qué condiciones, reduciendo conflictos familiares.
Protección a largo plazo: brinda continuidad y claridad en el manejo del capital, incluso en contextos cambiantes o ante tu ausencia.
Para quién sirve: Patrimonios que ya alcanzaron una escala significativa y buscan protección, eficiencia y reglas claras de transmisión hacia las próximas generaciones.
Dato importante: El caso del Impuesto a las Grandes Fortunas en Argentina demostró cómo un fideicomiso irrevocable puede blindar el patrimonio frente a arrebatos políticos. Al separar legalmente los bienes del otorgante, esta figura ofreció seguridad jurídica donde las reglas cambiaban de un día para el otro.
La planificación patrimonial requiere mucho más que información: demanda criterio, experiencia y compromiso. Cada caso es único y merece un abordaje profesional que contemple tanto las necesidades personales como el contexto legal y fiscal de cada jurisdicción. En Nasini SA contamos con un equipo calificado y dedicado a diseñar soluciones a medida, siempre con la mirada puesta en proteger y potenciar tu patrimonio en el largo plazo.